El mercado laboral se ha diversificado bastante en los últimos tiempos. Existen más modalidades de trabajo que las tradicionales en las que un trabajador fichaba a las 8 de la mañana en una fábrica o a las 9 en una oficina. Los hay que trabajan parcial o totalmente desde casa o los que cada día entran a trabajar en una ubicación diferente. Las aplicaciones informáticas facilitan la dirección de estos grupos de trabajadores.
Según la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo), el trabajo a domicilio es aquel en el que las tareas laborales se realizan en un sitio diferente al lugar de trabajo habilitado por el empleador.
El trabajo a domicilio no es nuevo. Hay sectores de la industria, como el calzado o el textil, donde los trabajadores se llevaban las prendas a su casa, las confeccionaban y las devolvían en el plazo fijado al almacén de la empresa.
En otros servicios como las reformas o el mantenimiento a particulares o empresas, acudir por la mañana al almacén central era una pérdida de tiempo. Por lo que los trabajadores iban directamente al tajo, el sitio en el que iban a realizar la actividad.
En el caso de los representantes de comercio, la empresa les facilitaba una plantilla con las visitas concertadas y ellos con el coche iban a visitar a los clientes. Pasarse a fichar en la oficina en muchos casos suponía llegar justo a la visita o tener que aplazarla.
En los últimos años, se ha popularizado el teletrabajo, sobre todo en trabajos de oficina. Estos dan la posibilidad de que el trabajador realice la jornada laboral desde su domicilio.
Desde el 2019, con el Real Decreto 8/2019, todos los trabajadores están obligados a fichar a la entrada y salida del trabajo. La empresa debe generar un informe personalizado de control de la jornada laboral, que Inspección de Trabajo puede solicitar en cualquier momento.
Como nos explican los desarrolladores de Track People, una aplicación para fichar a distancia, con las aplicaciones digitales todos los trabajadores pueden fichar desde su teléfono móvil o su ordenador, con independencia del lugar en el que comiencen a trabajar. Lo cual es una gran ventaja para dirigir a estos trabajadores dispersos geográficamente.
260 millones de trabajadores trabajan a domicilio.
El blog Educaweb presenta los resultados sobre un informe que elaboró la O.I.T. en el 2021 acerca de la repercusión del trabajo a domicilio en el mundo. En él se detalla que 260 millones de trabajadores en el planeta, realizan su jornada laboral fuera de las instalaciones de la empresa. Esto representa 7,9% del empleo mundial. En nuestro país, el porcentaje de trabajadores que trabajan en esta modalidad habitualmente es el 4,3%.
Durante la pandemia, el trabajo a domicilio casi se triplicó. Llegando a los 560 millones de personas. Lejos de ser un hecho puntual, esta modalidad laboral ha crecido, si lo comparamos con los índices prepandémicos. En Europa y Norteamérica ha aumentado un 44% y en Sudamérica un 4%.
No se trata, por tanto, de un fenómeno anecdótico. Es una modalidad que engloba a millones de trabajadores, y que dirigirlos implica medios y mecanismos diferentes a los que se emplean para dirigir a una plantilla concentrada en centros de trabajo.
Uno de los problemas que entraña el trabajo descentralizado es la hora de fichar y las aparentes jornadas laborales interminables. Gracias a las aplicaciones por internet se comunica a la empresa la que se comienza a trabajar, cuando se termina y las pausas que se realizan entre medias. Esto permite objetivizar la realidad.
Comerciales.
Uno de esos trabajos que se realizan la mayor parte del tiempo fuera de las oficinas es el trabajo de los comerciales. En este ramo podríamos incluir a los encuestadores. Es una actividad clave para comercializar los productos y servicios de la empresa. En ocasiones, actúan como un motor de arranque, que pone en funcionamiento el resto de la actividad productiva.
En el trabajo de un comercial se realizan distintas tareas: concertar entrevistas, visitar a los clientes, captar clientes nuevos, revisión de los contratos antes de entregarlos y, desde luego, tiempo de desplazamiento.
Llevar un control detallado de toda la jornada laboral, permite al empleador comprobar el tiempo que se dedica a cada tarea. Si el comercial comunica cuando comienza una visita y cuando la termina y el tiempo que le ha costado llegar hasta el punto de encuentro con el cliente, no solo objetiviza el tiempo real de trabajo, sino que facilita un control de la actividad, que aumenta la productividad.
Digamos que utilizar herramientas digitales de control, no solo es útil para Recursos Humanos, sino que puede ser un instrumento efectivo para que el jefe de ventas detecte donde están los problemas y optimice el trabajo de su equipo.
Puede ser que un comercial realice muchas visitas y obtenga pocos resultados. A lo mejor el problema se encuentra en el tiempo que dedica a cada entrevista. También se puede dar el supuesto de que un porcentaje alto de la jornada laboral se invierta en desplazamientos. Hacer más rentable el trabajo, en estos casos, obliga a la empresa a agrupar las entrevistas por localización geográfica.
En este sector, en concreto, las aplicaciones digitales de control de la jornada laboral ofrecen un interesante abanico de utilidades.
Teletrabajo.
La web epdata.es recoge que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (I.N.E.), el teletrabajo en España pasó del 4,8% del conjunto de los trabajadores al 10,8% durante la pandemia del COVID-19. En estos momentos está estabilizado en el 9,5% de la masa laboral. Esta cifra se refiere a los trabajadores que eventualmente o de manera habitual realizan la actividad laboral en su domicilio.
En los dos últimos años ha descendido la cantidad de trabajadores que trabajan más de la mitad de los días en condiciones de teletrabajo; sin embargo, han aumentado los que lo hacen ocasionalmente. Aparece una modalidad de trabajo mixta, en la que los trabajadores deben personarse en la oficina varios días por semana y disponen de uno o dos días de teletrabajo en su domicilio.
Madrid y Cataluña son las comunidades autónomas donde más ha crecido el teletrabajo después de la pandemia. Y lo han hecho exponencialmente, desbancando a regiones como Asturias, Aragón y Baleares, que era donde más teletrabajo se realizaba antes del 2019.
Según la consultoría Randstad, el 22,3% de la población ocupada en nuestro país tiene condiciones para trabajar en régimen de teletrabajo. Se corresponde con trabajos técnicos y profesionales, científicos e intelectuales, así como contables, administrativos y otros empleos de oficina.
El teletrabajo aporta beneficios para los trabajadores y para las empresas, como la reducción de gastos y la conciliación de la vida laboral y familiar, pero presenta un hándicap: En casa la tensión y la disciplina propia de los centros de trabajo es mucho más laxa. Aparte de tomar medidas como el trabajo por objetivos, utilizar herramientas informáticas de control de la jornada laboral, pueden hacer que este trabajo sea más productivo.
Cómo funcionan las aplicaciones informáticas de control de la jornada laboral.
Este nuevo sistema de control de la jornada es sencillo e intuitivo. Se descarga en un dispositivo informático del trabajador (un móvil, un ordenador, una tablet) como cualquier aplicación de las que tenemos en nuestro teléfono móvil. Desde ella, accediendo mediante una contraseña o algún método más complejo de verificación, en un solo clic el trabajador ficha allá donde se encuentre, solo necesita tener conexión a internet. Con los datos del teléfono móvil es suficiente.
En un panel del ordenador del administrador, un responsable de Recursos Humanos o cualquier otro directivo de la empresa, se refleja en tiempo real la hora en la que ficha el trabajador, el dispositivo desde el que lo ha hecho y su geolocalización. En la pantalla aparecen todos los movimientos que realiza la plantilla de trabajadores, por lo que de un solo vistazo se obtiene la información relativa al equipo.
La aplicación genera un informe de control de la jornada laboral que cumple con todos los requisitos que exige la ley. En este sentido, la empresa podrá entregárselo a Inspección de Trabajo, cuando esta se lo exija, totalmente actualizado. Evitando sanciones por incumplimiento.
A mi juicio, lo más interesante es que estas aplicaciones permiten tener un control sobre la actividad diaria en la empresa, facilitando la resolución de problemas sobre la marcha y la toma de decisiones para aumentar la productividad. Si el trabajador, además de comunicar mediante la aplicación cuando ficha, también informa sobre cuando comienza y termina una tarea o cuando realiza un descanso, esto permite a la empresa estar encima de la actividad concreta y hacerla más rentable.
Se ha demostrado que estos sistemas de comunicación son más rápidos y efectivos que el envío de mensajes por correo electrónico o por WhatsApp. La empresa no tiene que estar pendiente de acceder a su e-mail o mirar el teléfono. Todas las notificaciones se registran en el panel de control.
Estas aplicaciones informáticas ayudan a que el trabajo a domicilio sea tan productivo como si se realizara en el centro de trabajo de la empresa.
