La mayoría de trabajos que existen tienen un horario asignado para sus trabajadores con su correspondiente tiempo para descansar. Pero ¿Qué ocurre cuando tu trabajo no dispone de ningún horario asignado?
Es el caso de los trabajadores autónomos que dirigen su propia empresa. Dichas personas son su propio jefe y su propio empleado. Mantienen sus empresas, pero al no tener que cumplir un horario fijo para nadie más que para ellos mismos, se enfrentan a constantes problemas de desorganización que los lleva a no saber cuándo empezar ni cuando terminar su jornada laboral.
Los horarios laborales son lo mejor y lo peor.
¿Cuántas veces nos hemos sentido molestos respecto a nuestras horas de trabajo asignadas?
Cuando entramos en un trabajo nuevo, nuestro jefe nos presenta el horario que debemos cumplir a raja tabla todos los días, y esto puede no gustarnos del todo en la mayoría de las ocasiones. Muchas veces es demasiado temprano, otras demasiado tarde y algunas veces son demasiadas horas de trabajo. Poco tiempo para descansar, demasiado para trabajar ¿es que nunca vamos a estar contentos?
Lo cierto es que existe un horario para cada tipo de persona, aunque nos cueste creerlo es la realidad. Un ejemplo: para una persona que vive cerca de la fábrica donde trabaja quizá sea una idea genial entrar a trabajar a las ocho de la mañana, ya que levantándose de la cama solo quince minutos antes de la hora de entrada, tiene suficiente para un café, vestirse y salir por la puerta, convirtiéndose en el empleado más puntual de la plantilla. Pero ahora pongamos que la persona que va a trabajar a las ocho de la mañana es una persona que debe subirse a un tren desde otra ciudad. Esto ya no es una idea tan genial, puesto que para estar allí a puntual a la hora de entrada sin que su jefe lo mire con desdén, debe levantarse una hora antes para poder vestirse, tomar su café e ir a la estación. Y si no quiere arriesgarse a correr, deberá levantarse una hora y media antes para poder estar más convencido de que va a llegar a tiempo al tren sin duda alguna. A ese trabajador no le parece una genial idea levantarse a las seis y media de la mañana para ir a trabajar como podemos comprender, por lo que, para él su horario de trabajo ideal sería a las nueve de la mañana como mínimo.
Como podemos ver esto es también aplicable a personas con hijos que necesitan horas diferentes para trabajar y atender a sus familias o a personas con responsabilidades varias que tienen que hacer malabares para conseguir un ritmo de vida normal. Como ya vemos, no todo el mundo estará contento con los mismos horarios porque es imposible acertar con el estilo de vida que lleva o las vicisitudes a las que se enfrenta cada persona en su vida. Pero en la actualidad nos encontramos con otro problema.
Las personas que han sufrido horarios que les estresaban, están encontrando una solución. Piensan, voy a dedicarme a aquello que me gusta y podré tener el horario que más me convenga y así, deciden emprender su negocio desde sus casas y tener más libertad. ¿Pero realmente es buena idea tanta libertad? Piénsalo. Si un día no quieres levantarte a las nueve de la mañana porque has dormido mal, ¿Quién va a reñirte si eres tú propio jefe? La responsabilidad cae directamente sobre ti, lo que puede llevarte a construir malos hábitos que traerán consigo una relevante desorganización que puede causarte más de un dolor de cabeza si no aprendes a ponerte límites en tu trabajo. Así que por lo que vemos, tan malo puede ser tener una jornada laboral que nos lleve a una vida estresante, como no tener ninguna.
La importancia de crear y respetar un horario de trabajo.
Mantener un horario de trabajo en nuestra empresa nos lleva a ser más comprometidos y más organizados, ya que según nos muestra la revista MejorconSalud tener un horario nos trae muchos beneficios con nosotros mismos y nuestra autoestima.
Cuando nos fijamos una promesa como la de mantener un horario diario de trabajo y unos descansos necesarios, nos estamos haciendo partícipes directos de una decisión que puede moldear nuestra autoestima personal, ya que si decimos que somos capaces de hacerlo y lo hacemos sin que nadie nos esté supervisando, nos estaremos dando más valor que nunca.
¿Hay que ser muy exigentes? Está claro que tenemos que marcarnos unos límites dentro de nuestro conocimiento de nosotros mismos ¿Qué significa esto?
Significa precisamente que sabemos bien hasta donde podemos llegar y cuando nos veamos con nuestras metas cumplidas, podremos decidir si queremos apretar más las tuercas o quedarnos como estamos. Si sabemos que nos cuesta mucho madrugar podemos intentar progresivamente levantarnos cada vez más temprano o por el contrario decidir establecer un horario de tarde en lugar de por la mañana para que sea más fácil para nosotros.
Al final, tú eres tú propio jefe y tus marcas los límites, pudiendo elegir entre quedarte en la comodidad y ser productivo o intentar moverte hacia donde más te cuesta para superarte a ti mismo. En cualquier caso, decidamos lo que decidamos, debemos ser constantes y no mentirnos con las mismas excusas que les daríamos a nuestros jefes si no queremos perder la confianza en nosotros mismos. De esta manera podemos concluir que crear un horario de trabajo sí es primordial en cualquiera de las situaciones.
Como crear tu horario de trabajo personalizado.
Para crear tu horario de trabajo personal puedes valerte de muchas herramientas y consejos que nos serán útiles para que nuestra misión sea todo un éxito. La primera que te recomendamos es mantener constancia y sinceridad contigo mismo en todo momento. Un buen conocimiento de tu persona es primordial para aplicar un horario personalizado para ti sin crear frustraciones y estrés.
- Conocer las horas en las que eres más productivo.
No todos rendimos igual a las mismas horas: existen incluso casos de personas que rinden mucho más por la noche que de día, aunque a efectos prácticos no lo recomendamos, puesto que el cuerpo pide dormir de manera natural cuando el sol se ha puesto y puede crearnos somnolencia e irritabilidad constante. La clave está en determinar en qué tramos horarios estamos más cómodo trabajando para crear un horario.
- Respeta el tiempo de descanso.
Muchas personas empiezan a trabajar y no saben poner límites. Se concentran muchísimo y temen no estar igual de productivos al día siguiente y dado que no tienen a nadie que les diga cuando tienen que parar, continúan hasta que quedan agotados mentalmente. Algunos se olvidan hasta de comer, lo que les puede traer problemas de salud.
El cuerpo y la mente necesitan descansar por completo al menos 15 minutos, aunque esto depende de cada horario que tenga cada persona con su trabajo. Si trabajamos 4 horas seguidas 15 minutos de descanso podría servir para refrescar nuestra mente. Pero ya conocemos que hay personas que necesitan hasta media hora descanso o que trabajan más horas y con 15 minutos no les llega para desconectar. Para establecer tu tiempo de descanso existen diferentes técnicas de las que puedes ayudarte como la técnica pomodoro, la cual consiste en dividir los bloques de trabajo en 25 minutos separados por descansos de 5 minutos para lograr un aumento de la productividad y la concentración.
- Uso de agendas y aplicaciones de rendimiento.
El uso de una agenda, un horario electrónico con alarmas y otras aplicaciones pueden ayudarte a una mejor aplicación de tu horario personal y un mejor rendimiento del mismo.
Existen aplicaciones que permiten controlar un horario creado por ti, en la que puedes registrar tus acciones en el trabajo, tomar notas, añadir recordatorios y registrar todo lo que avances día a día en tu trabajo. Si además tienes algún empleado, las nuevas aplicaciones que permiten seguir sus movimientos pueden ser muy beneficiosos. En la web de Trackpeople explican que con su aplicación se pueden seguir los pasos asignados cada día puede mantenerte al día de los movimientos de tus empleados, qué cosas necesitan, si cumplen o no sus horarios, etc
La gestión del tiempo es sin duda algo primordial para evitar problemas de desorden en nuestros empleos. Por lo tanto, las aplicaciones móviles y otros pueden ayudarnos a saber cuánto tiempo hemos dedicado a nuestro empleo, cuanto tiempo hemos dedicado al descanso y cuantas horas nos quedan por cumplir de ese proyecto. Por lo que, sin duda, recomendamos el uso de agendas, ya sean convencionales o electrónicas, para fichar nuestros movimientos y mantener un ritmo de trabajo adecuado y saludable.
- Prioridad y prevención.
Cuando ya conoces tu modo de trabajar y las cosas que pueden pasarte, es importante que te anticipes a cualquier contratiempo para no perder más tiempo de la cuenta en resolverlos. Recuerda, el tiempo es el mejor regalo que podemos dar y no es justo malgastarlo en problemas que nos tengan muchas horas enganchados y que solo nos harán sentir culpables al final del día por no cumplir con el trabajo que queríamos. Debemos priorizar lo que es importante respecto a nuestros objetivos y prevenir todos los problemas que podamos, así ningún imprevisto podrá retrasarnos en nuestro cometido.
Con todo esto, solo nos queda decirte que no te agobies si todo no te sale como habías pensado. Cuando hacemos las cosas por y para nosotros mismos, tendemos a echarnos muchas responsabilidades encima que no tendríamos si tuviéramos otros compañeros con las mismas tareas o un jefe que dé la cara por nosotros.
Precisamente uno de los encantos de trabajar para ti, es que tienes la oportunidad de tener ante ti al jefe más comprensivo y leal que encontrarás nunca; a ti mismo.